La Real Academia de la Lengua Española (2001) indica que ‘ámbito’ significa “contorno o perímetro de un espacio o lugar”. O bien, espacio comprendido dentro de límites determinados.
Plazola (1986) y Camacho Cardona (2001) siguiendo dicha connotación del termino coinciden al especificar que es un contenedor espacial en donde se centra un domicilio o un dominio especifico.Al punto, Camacho agrega que se trata del lugar o área o ubicación que marca una posición determinada, su ámbito geográfico y se suscribe al domicilio fisicoquímico, o sea, al hábitat.
Arnau (2000) aclara que el lugar o topos --al que nosotros nos referimos como ámbito-- es indeterminado e indeciso, es un vago entorno mientras que el sitio está bien delimitado por sus lindes y su destino, para el cual es a propósito. Es este el solar da asiento y sustento al edificio. Y de este modo lo ubica física, psicológica y económicamente así como otorga rango social, jurídico y político. En sus propias palabras, él afirma:
“El sitio es el espacio ocupado o que puede serlo, por tanto, es donde la arquitectura toma posición y hace asiento”. “Es lugar preñado”.
Arnau agrega que en el establecimiento del sitio es clave la labor del diseñador ya que visualiza el territorio, reconoce el lugar y sus alrededores, se hace cargo del paisaje y resuelve acerca del propósito.
Por su parte Burden (2000) define al sitio como parcela de terreno con límites precisos “en donde se ubica o propone ubicar un edificio, proyecto o parte”. Empero Thakurdesai (1978) al estudiar el proceso de construcción de un ámbito al aire libre en la cultura griega llega a entender por tal, el sitio asociado a actividades y a la participación ciudadana.
Antes de intentar una síntesis, se efectúan dos aparentes digresiones que buscan asimilar las anteriores definiciones a la realidad de nuestro país y dar cabida al urbanismo y el diseño ambiental.
La primera se relaciona con la Ciudad de México y, al respecto, Esquivel Hernández (2006: 37) dice que “en el proceso de conformación de un lugar, la relación entre vecinos es fundamental” aunque sea tal proceso contradictorio porque presenta conflictos, redes y solidaridades. Y esto es así porque el uso compartido del territorio implica, la inversión afectiva, el establecimiento de acuerdos, normas de uso y conductas y, con ello, la posibilidad de que surjan sentimientos de pertenencia e identidad.
A continuación, como ejemplo de lo dicho hasta aquí, se presenta el caso del barrio Prados de la Ciudad de Medellin, Colombia.
La segunda, considera las orientaciones del Dr. Adolfo Narváez (1999) quien piensa a la ciudad como un sistema-objeto, reflejo de la vida emocional de quienes la habitan. Pero que es más relevante entenderla como ‘retrato’ del estado psicosocial de la comunidad.
Los teóricos y el caso mostrado apuntan a que la construcción de la vivienda y la ciudad tienen una relación de determinación difícil de entender debido a que presenta múltiples determinantes de manera que, según Narváez (1999:9):
“…nuestra morada es la responsable de la sustancia de nuestra psique, y son nuestros sueños los que moldean y dan sentido al lugar en el que vivimos.”
En síntesis, el concepto ámbito se entiende como lugar preciso, con límites establecidos y distintas determinantes así como escalas de intervención por parte del ciudadano de a pie o del diseñador.
Se trata --en términos prácticos-- de un área, terreno o lote de diversa extensión en el que interesa:
1.Adaptar el medio físico natural, reorganizarlo materialmente y agregar un espacio artificial para cumplir las tareas de la vida cotidiana con bienestar, comodidad y placer. Se trata de una connotación geográfica de lugar que orienta hacia el proceso de urbanización y acción por parte de la planificación y ordenación territorial.
2. Un área o medio físico artificial con límites y características particulares que influyen y son vividas por el hombre pero que requieren adecuación acorde a las necesidades humanas por parte de la arquitectura o del diseño urbano.
3. Una construcción o edificio con rasgos específicos ya determinados o por modificar por el diseño arquitectónico.
BIBLIOGRAFIA
1. Arnau, J (2000) 72 VOCES PARA UN DICCIONARIO DE ARQUITECTURA TEÓRICA. España: Celeste Ediciones.
2. Camacho Cardona, Manuel (2001) DICCIONARIO DE ARQUITECTURA Y URBANISMO. México; Editorial Trillas.
3. Hernández, F. (1985). La Conceptualización del entorno. Una aproximación problemática. En Hernández, F., Remesar, A. y Riba, C. ENTORNO AL ENTORNO (pp.15-48). Barcelona, España: Editorial Glauco-Laertes.
4. Narváez Tejerina, Adolfo (1999). LA CIUDAD LA ARQUITECTURA Y LA GENTE. Diseño participativo y didáctica medioambiental II. Nuevo León, México: Universidad Autónoma de Nuevo León.
5. Plazola Cisneros, Alfredo (1986). ARQUITECTURA HABITACIONAL. Vol. II. México: Editorial Limusa.
6. Thakurdesai, S. G. (1978). El sentido del lugar en la arquitectura anónima griega. En Alexander et al. LA CIUDAD INTERIOR. Barcelona, España: Gustavo Gili. P. p 89 a95.
7. Vázquez Días, Ada Milca (2005) Urbanización y Medio Ambiente. Tesis de grado en maestría en arquitectura (urbanismo). México, Facultad de Arquitectura-UNAM.
Plazola (1986) y Camacho Cardona (2001) siguiendo dicha connotación del termino coinciden al especificar que es un contenedor espacial en donde se centra un domicilio o un dominio especifico.Al punto, Camacho agrega que se trata del lugar o área o ubicación que marca una posición determinada, su ámbito geográfico y se suscribe al domicilio fisicoquímico, o sea, al hábitat.
Arnau (2000) aclara que el lugar o topos --al que nosotros nos referimos como ámbito-- es indeterminado e indeciso, es un vago entorno mientras que el sitio está bien delimitado por sus lindes y su destino, para el cual es a propósito. Es este el solar da asiento y sustento al edificio. Y de este modo lo ubica física, psicológica y económicamente así como otorga rango social, jurídico y político. En sus propias palabras, él afirma:
“El sitio es el espacio ocupado o que puede serlo, por tanto, es donde la arquitectura toma posición y hace asiento”. “Es lugar preñado”.
Arnau agrega que en el establecimiento del sitio es clave la labor del diseñador ya que visualiza el territorio, reconoce el lugar y sus alrededores, se hace cargo del paisaje y resuelve acerca del propósito.
Por su parte Burden (2000) define al sitio como parcela de terreno con límites precisos “en donde se ubica o propone ubicar un edificio, proyecto o parte”. Empero Thakurdesai (1978) al estudiar el proceso de construcción de un ámbito al aire libre en la cultura griega llega a entender por tal, el sitio asociado a actividades y a la participación ciudadana.
Antes de intentar una síntesis, se efectúan dos aparentes digresiones que buscan asimilar las anteriores definiciones a la realidad de nuestro país y dar cabida al urbanismo y el diseño ambiental.
La primera se relaciona con la Ciudad de México y, al respecto, Esquivel Hernández (2006: 37) dice que “en el proceso de conformación de un lugar, la relación entre vecinos es fundamental” aunque sea tal proceso contradictorio porque presenta conflictos, redes y solidaridades. Y esto es así porque el uso compartido del territorio implica, la inversión afectiva, el establecimiento de acuerdos, normas de uso y conductas y, con ello, la posibilidad de que surjan sentimientos de pertenencia e identidad.
A continuación, como ejemplo de lo dicho hasta aquí, se presenta el caso del barrio Prados de la Ciudad de Medellin, Colombia.
La segunda, considera las orientaciones del Dr. Adolfo Narváez (1999) quien piensa a la ciudad como un sistema-objeto, reflejo de la vida emocional de quienes la habitan. Pero que es más relevante entenderla como ‘retrato’ del estado psicosocial de la comunidad.
Los teóricos y el caso mostrado apuntan a que la construcción de la vivienda y la ciudad tienen una relación de determinación difícil de entender debido a que presenta múltiples determinantes de manera que, según Narváez (1999:9):
“…nuestra morada es la responsable de la sustancia de nuestra psique, y son nuestros sueños los que moldean y dan sentido al lugar en el que vivimos.”
En síntesis, el concepto ámbito se entiende como lugar preciso, con límites establecidos y distintas determinantes así como escalas de intervención por parte del ciudadano de a pie o del diseñador.
Se trata --en términos prácticos-- de un área, terreno o lote de diversa extensión en el que interesa:
1.Adaptar el medio físico natural, reorganizarlo materialmente y agregar un espacio artificial para cumplir las tareas de la vida cotidiana con bienestar, comodidad y placer. Se trata de una connotación geográfica de lugar que orienta hacia el proceso de urbanización y acción por parte de la planificación y ordenación territorial.
2. Un área o medio físico artificial con límites y características particulares que influyen y son vividas por el hombre pero que requieren adecuación acorde a las necesidades humanas por parte de la arquitectura o del diseño urbano.
3. Una construcción o edificio con rasgos específicos ya determinados o por modificar por el diseño arquitectónico.
BIBLIOGRAFIA
1. Arnau, J (2000) 72 VOCES PARA UN DICCIONARIO DE ARQUITECTURA TEÓRICA. España: Celeste Ediciones.
2. Camacho Cardona, Manuel (2001) DICCIONARIO DE ARQUITECTURA Y URBANISMO. México; Editorial Trillas.
3. Hernández, F. (1985). La Conceptualización del entorno. Una aproximación problemática. En Hernández, F., Remesar, A. y Riba, C. ENTORNO AL ENTORNO (pp.15-48). Barcelona, España: Editorial Glauco-Laertes.
4. Narváez Tejerina, Adolfo (1999). LA CIUDAD LA ARQUITECTURA Y LA GENTE. Diseño participativo y didáctica medioambiental II. Nuevo León, México: Universidad Autónoma de Nuevo León.
5. Plazola Cisneros, Alfredo (1986). ARQUITECTURA HABITACIONAL. Vol. II. México: Editorial Limusa.
6. Thakurdesai, S. G. (1978). El sentido del lugar en la arquitectura anónima griega. En Alexander et al. LA CIUDAD INTERIOR. Barcelona, España: Gustavo Gili. P. p 89 a95.
7. Vázquez Días, Ada Milca (2005) Urbanización y Medio Ambiente. Tesis de grado en maestría en arquitectura (urbanismo). México, Facultad de Arquitectura-UNAM.