El crecimiento de las ciudades necesita de una plantación del arbolado urbano detallada, real y sensata que facilite su buen manejo, así como la interacción adecuada de las áreas biológica, social, cultural, económica y política. Razón por la cual existe un conjunto de factores clave a tener en cuenta para este tipo de programas.
1.Factores urbanos. Son las estructuras que interfieren con el crecimiento normal del arbolado, el espacio disponible de plantación y el equipamiento urbano del sitio donde se sitúa la planta. Entre estos tenemos siguientes:
a. Tuberías de agua, drenaje y gas.b. Mobiliario urbano como casetas, postes y semáforos entre otros.
c. Tránsito vehicular.
d. Espacio real de plantación en banquetas, camellones o parques.
d. Espacio real de plantación en banquetas, camellones o parques.
e. Relación visual de las especies del arbolado.
f. Imagen visual urbano-arquitectónica en relación con las fachadas.
2.Factores abióticos. Las condiciones ambientales que rodean al arbolado e influyen directamente en su desarrollo: temperatura, humedad ambiental, viento, precipitación, insolación, características del suelo y contaminación ambiental.
3.Factores bióticos. Son los organismos que pueden anticipar la muerte del arbolado o algunas de las estructuras de los mismos: influencia del hombre, ataque de plagas y enfermedades, presencia de otras especies, influencia de animales domésticos, estructuras del árbol peligrosas (como es el caso de los eucaliptos), polen alergénico o la tendencia a invadir espacios.
4.Factores de manejo. Dentro de estos se consideran aspectos relativos a la plantación, administración y mantenimiento del arbolado urbano:
a. Balance de especies (equidad).
b. Disponibilidad presupuestal.
c. Disponibilidad de personal.
d. Conocimiento biológico de la especie.
e. Existencia de planta en vivero (no sólo los viveros del Área Metropolitana).
f. Diseño (funcionalidad de la especie).
5.Factores Sociales. Es el grupo de decisiones y acciones efectuadas por el ser humano (predilección por alguna especie y/o decisiones políticas).
Por su parte, la Sociedad Mexicana de Arboricultura sugiere cubrir los siguientes puntos:
A. Selección preferentemente de especies nativas con alta capacidad de longevidad (la capacidad fotosintética y de transpiración de un árbol de cien años es la misma que la de 2500 árboles jóvenes).
C. Mejora del suelo e incorporación de materia orgánica derivada de la descomposición de la basura, para evitar la compactación.
D. Evitar la utilización de escombro y residuos de edificaciones como base para el desarrollo de plantas.
E. Manejando los espacios vitales para evitar la competencia y nulos crecimientos.
F. Reglamentar el uso de árboles con dimensiones adecuadas (mayores de 3” de diámetro de tronco y de 3.5 metros de altura) para asegurar su desarrollo y sobrevivencia.
G. Implementación y establecimiento de programas educativos que manejen el respeto al árbol y su medio para evitar vandalismo.
H. Programas de mantenimiento donde se concentren los inventarios evaluatorios, condiciones y la situación del arbolado de cada zona de la ciudad para establecer factibilidad de mejorar.
Es importante que la planta haya recibido buenos cuidados en el vivero donde se adquiera y fuera del centro de plantación, se debe observar el transporte y el manejo del árbol en el momento de plantación.
Por ultimo, se enuncian las características a reconocer en la calidad de un árbol (I. S. A, 1995):
- Adecuado tamaño y consistencia del cepellón. Se recomienda verificar el tipo de raíces (evitar las fibrosas y las “colas de cochino”, así como la presencia de insectos patógenos)
- Tronco libre de daños mecánicos, sin evidencias de podas mal realizadas y qué estén libres de heridas mal curadas en troncos y ramas.
- Fronda bien formada con ramas firmes y bien espaciadas, el follaje debe estar libre de plagas y/o enfermedades.
