3/1/17

20. Comercio Informal, Ciudad de México





15. Viviendo en la calle



12.Vivienda (mejoramiento)




11. El barrio de Tepito




8. Memorias del Futuro

5. Ciudad de México en la primera mitad del Siglo XX

Nada es nuevo bajo el sol y aparentemente cada huella es distinta. En el fondo, las obras y edificaciones muestran el aprecio o desprecio que tiene cada sociedad hacia el espacio que habita.

En la Ciudad de México y durante el siglo XIX surge el hombre urbano quien ansía desprenderse de la vida rural, se ubica en el solar urbano y desea una imagen moderna y cosmopolita que conforma durante el siguiente siglo

Dicho deseo acompaña el cambio de valores y la rápida urbanización de las colonias con lo que se logra cierta identidad en estas las cuales se diferencias de los añejos barrios. Anhelo que impulsa la conservación y la re-ubicación de los monumentos existentes e incluso la demolición de muchos de ellos.

Al mismo tiempo, surgen 'espontáneamente' y se expanden en la periferia de manera acelerada las colonias populares mientras que la actividad comercial incrementa y consolida  en el centro histórico.

A la transformación física corresponde un cambio sociocultural y psicológico debido a la consolidación de nuevos sectores sociales con costumbres y prácticas distintas tales como la vida nocturna con sus ambientes y costumbres características.

La novedad en la ciudad lleva a la infinita recreación y sustitución en formas múltiples de la naturaleza pues se estima que todo tiempo futuro será mejor ya que se reinventa lo existente gracias a la tecnología.

Todo ello lleva a la homogeneidad en las formas culturales de la vida cotidiana que se traduce en expresiones construidas, en fachadas, rincones, lugares y recorridos que muestran cierto arraigo territorial. Se trata del sentimiento de modernización como aspiración asumida que también se expresa en el valor otorgado a las esculturas que los diversos países del mundo donaron para 'embellecer' la ciudad durante las Olimpiadas de 1968.

Todo ello prepara el cambio en la geografía urbana y la erosión de la memoria del ciudadano pues el reconocimiento del valor de lo económico, productivo o comercial, lleva a la generalización de nuevas costumbres asociadas a esos valores que explican la premura en la vida cotidiana  y   el desinterés  por la multiplicidad de los elementos urbanos ya que se consideran efímeros e incluso a censurar como inútil el recuerdo y el disfrute sensual del cambiante ambiente físico.

Sin embargo, las apreciaciones y visiones de las alteraciones del ambiente físico son heterogéneas y variables por parte de los distintos grupos sociales urbanos los cuales no se percatan del escenario diario sino que captan fragmentos gracias a distintos trayectos y transportes pero sin lograr una rigurosa imagen total e integral política o comercial de la metrópoli. En buena parte, esto es casi imposible debido a la magnitud real que la misma ha ido alcanzando.

Así la ciudad influye al ciudadano por adaptación o familiaridad. Pero siempre, al final, se logra una relación y adecuación de ámbitos y trechos que se transforman.

Entonces podemos afirmar que el entorno es y en parte nos instiga a ser. Este es un vinculo que siempre logra correspondencia. somos el entorno.



4. La Ciudad de México a inicios del Siglo XX

Durante el porfiriato las estructuras eran monumentales y fastuosas a  imagen y semejanza de las realizadas en Europa. Eran copias del estilo arquitectonico europeo predominante fectuadas en nuestro país por arquitectos extranjeros mientras que los sectores o clases sociales estaban divididos y en conflicto. Por ejemplo, en 1904 se inicio la construcción del edifico que hoy alberga al actual Museo Nacional de Arte pero en aquel entonces representaba la desigualdad social existente en la epoca.

Otro caso semejante es el  edifico de Correos y el llamado Teatro Nacional , hoy,  Palacio de Bellas Artes.Este último, majestuoso y altamente decorado se edifico con todos los adelantos   técnologicos de la epoca mostrando las tendencia romantica en sus esculturas.


Asi entre 1910 y 1920 se concluyeron 60 edificaciones de este tipo en la Republica Mexicana. Pero despues del movimiento

Después del periodo armado de la revolución mexicana surge y se consolida una tendencia nacionalista en la arquitectura. Esta tendencia busca servir al pueblo creando espacios utilitarios para uso de las mayorias y, al mismo tiempo, fuciona las tendencias del revolucionario ruso y del Arte Deco. Ejemplo, la transformación del Palacio Legislativo inconcluso del porfiriato en el hoy conocido como Monumento a la Revolución.